Autor: Carrie Arnold Fecha: 2015-12-04
Aunque son amos de Internet, los gatos siguen siendo seres misteriosos.
Con su mezcla paradójica de desamparo e indiferencia, ternura y maquinación, los amigos peludos más populares del mundo aún deleitan y confunden a quienes (como yo) compartimos la vida con ellos.
Gary Weitzman, veterinario y director de la Sociedad Humanitaria y SPCA de San Diego, está acostumbrado a responder preguntas sobre gatos. Lo interrogan continuamente como anfitrión de un programa de radio donde responde llamadas sobre las mascotas y sus problemas.
Así que, después de escribir How to Speak Dog para National Geographic Books, le pareció de lo más natural hacer una versión felina, y el resultado es su nuevo libro, How to Speak Cat.
Hace poco, National Geographic habló con Weitzman sobre las excentricidades de los gatos. Editamos un poco la entrevista por razones de claridad y extensión.
Has sido veterinario durante 25 años, así que seguramente has visto mucho de la conducta de los gatos. ¿Averiguaste algo nuevo mientras escribías el libro?
Encontré información básica que desconocía, datos como los del Libro Guinness de Récords Mundiales. [Por ejemplo], el gato más viejo [ya fallecido] tenía 27 años y vivía en Point Loma, California.
Pero también descubrí que los científicos creen que los gatos responden mejor a las mujeres, porque tienen la voz más aguda que los hombres. Esos datos están en negritas en casi cada página del libro, y todos me sorprendieron.
Además de estelarizar videos en YouTube, ¿descubriste otras habilidades sorprendentes de los gatos mientras escribías el libro?
Pueden ver en la oscuridad seis veces mejor que los humanos. No es algo que aprendas en la escuela de veterinaria, y tampoco lo aprendes trabajando décadas en un refugio o con los animales. Seis veces mejor que una persona. ¡Es muy impresionante! (Lee: Los gatos pueden reconocer a sus abuelos?)
La raza del gato sin duda afecta su aspecto, pero ¿también puede afectar su personalidad?
Sí, definitivamente. El color del pelaje está relacionado con la conducta. Por ejemplo, los de la raza tortoiseshell o tortie son muy independientes y en general, solo aceptan a una persona; y son muy agresivos cuando quieren. En los torties, calicó y abisinios se han documentado nexos fuertes entre el color del pelo y la personalidad. Se dice a menudo que el tabby o atigrado naranja es el más gregario, pero no se ha demostrado la relación. No obstante, la personalidad realmente parece corresponder con el color del pelaje.
¿Cuáles son los temas más comunes cuando te preguntan sobre conductas extrañas de los gatos?
Uno de los más frecuentes es porqué mi gato se vuelve un cohete psicótico que, de pronto, pasa de 0 a 100 y vuela por la sala. No se sabe a ciencia cierta, pero los gatos que viven en interiores tienen mucha energía acumulada que no pueden desfogar, mientras que los gatos salvajes se mantienen ocupados cazando, acechando y esperando a que aparezcan sus presas. Están liberando energía. A eso se debe la conducta. Otra pregunta es porqué mi gato no usa el arenero correctamente, y esa –sin intención de hacer un chiste- es la número uno.
Y hablando de gatos salvajes, ¿cuánto se parece el gato doméstico promedio a sus antepasados salvajes?
Son muy, muy parecidos. Los gatos domésticos han convivido con nosotros, más o menos, la mitad del tiempo que los perros, de modo que exhiben casi las mismas conductas que leones, tigres y leopardos. Quizás ese sea uno de los principales problemas de los gatos. Podemos vivir en armonía con ellos y no obstante, presenciar encuentros violentos todos los días. Siguen siendo parcialmente salvajes. Todavía no han estado en una escuela de buenos modales.
Con tantas especies de grandes felinos en peligro de extinción, ¿crees que nuestro amor por los gatos domésticos podría ayudar a salvar a sus primos salvajes?
Solo recuerda la indignación casi universal por la muerte del león Cecil, este verano. La gente ama a los gatos. Los gatos son dueños indiscutibles de Internet. Debemos aprovechar esa influencia para detener las prácticas increíblemente perversas contra los otros felinos de nuestro planeta.
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