miércoles, 10 de junio de 2009

Goya


Don Manuel Manrique Osorio de Zúñiga, niño- Francisco de Goya



Gato acosado- Francisco de Goya



Riña de gatos- Francisco de Goya



El sueño de la razón produce monstruos- Francisco de Goya

Cuando la razón duerme, se liberan del interior del ser humano sus aspectos oscuros. Goya los simboliza en esta pintura mediante las criaturas n octurnas, que la razón ahuyenta. Entre estas criaturas nocturnas, se encuentran los gatos




Capricho 65, ¿Dónde va mamá?- Francisco de Goya



Capricho 66, Allá va eso- Francisco de Goya



Ensayos, de la Serie Caprichos- Francisco de Goya

Bastet


Tanto aprecio hacia los gatos entre los antiguos egipcios tuvo su correlato en la figura de Bastet, la diosa gata.
Las imágenes de Bastet la muestran con una cabeza de gato negro con orejas puntiagudas. También se la representa con cuerpo de mujer y cabeza de gata. A veces, porta un escudo, y una sonaja llamada sistrum.



Bastet, la gata, y Sekhmet, la leona, eran diosas muy próximas, no por su parecido, sino por la dualidad que manifestaban como dupla.
Sekhmet era una diosa violenta, fiera y destructiva, se asociaba con la guerra. Bastet, por el contrario, simbolizaba la fertilidad, maternidad, alegría, belleza, danza y placer. A ella se le atribuía el poder de hacer que crecieran las cosechas de trigo y cebada, así como la capacidad de proteger a los seres humanos de la enfermedad y los malos espíritus. A Bastet se le asociaba con el ojo izquierdo de Ra, del dios solar; Sekhmet era el ojo derecho. Baste representaba el poder benéfico de los rayos solares, mientras que Sekhmet encarnaba sus aspectos dañinos.
Dentro del panteón egipcio, Bastet fue una de las diosas más populares y queridas. Su culto alcanzó su clímax alrededor del año 950 antes de nuestra era. Los egipcios querían tanto a Bastet que la convirtieron en la diosa doméstica y protectora de mujeres, niños y de los gatos del hogar. Las mujeres embarazadas cargaban amuletos de la diosa-gato Bastet para que las protegiera con su escudo durante el periodo de gestación y las ayudara en el momento de dar a luz. Asimismo, se sacudía la sonaja sagrada de Bastet sobre las camas de los madres para ahuyentar a los espíritus malignos.
El templo principal de esta diosa estaba en Bubastis (ahora Tell Bastra), una población en la región sudeste del delta del río Nilo. En el Templo de Bastet en Bubastis vivían cientos de gatos considerados sagrados y alrededor del templo había varios cementerios para gatos.

El festival en honor de la diosa Bastet se celebraba el 31 de octubre, al cual acudían miles de personas en peregrinación. Se hacían rezos y se quemaba incienso; pero también había cantos, vino y desenfreno.

En Egipto



...los gatos eran tan apreciados en la antigüedad que algunos, al morir, eran momificados para asegurar su vida futura, tal como se hacía con los faraones.
Feítos, ¿no?
Pero...como quien dice....lo que vale es la intención...


Este gato es parte de un mural hallado en una tumba de Deir-Medina