sábado, 3 de julio de 2010

¿Será feliz?


Oscar había perdido las patas traseras al ser atropellado por una máquina en una granja mientras dormía y su destino no pintaba muy bien ya que habría de ser arrastrado toda su vida o quizás hasta puesto a dormir, pero el veterinario neuro-ortopédico Noel Fitzpatrick tenía otra cosa en mente y decidio acudir al servicio de este gato ahora biónico.

El veterinario sujetó un par de implantes metálicos fabricados especialmente (llamados prótesis intraósea transcutánea) a los huesos de las peludas piernas de Oscar. Los implantes se ven como protuberancias que salen desde la piel del gato, a los que se le agregan unas patitas artificiales al final, que le permiten a Oscar caminar normalmente.

¿Normalmente?