
Cervantes y Melusina estuvieron atentos a los preparativos

Dulcinea también

sólo faltó que tomaran mate conmigo mientras preparaba cosas

Melusina insopeccionaba todo: los souvenirs, las tarjetas...

Negriño tampoco se quedó atrás

Eso sí, el vestido de la quinceañera quedó en la casa de la modista hastya el último instante, precisamente, para evitar la inspección de sus garritas
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