Los chiquis empezaron a caminar dentro de la canasta y eso a mamá Melusina la puso muy nerviosa. Empezó a buscar un lugar más seguro donde dejarlos. Como la vi con ganas de meterlos en un placard, entre mi ropa, vacié un lugarcito en un placard y allí ubiqué la canasta.
Con esto y la ayuda de Kumari para cuidarlos, Melusina se quedó bastante tranquila. Peeeero los chiquititos, no.
viernes, 10 de septiembre de 2010
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