Se me ha perdido mi gata,
quiero alguna información.
Me muero de la tristeza,
se me parte el corazón.
Mi gata se llama Elisa,
de pelaje tricolor,
negro, blanco y amarillo
y los ojos de limón,
quienquiera que sepa algo,
yo le pido una noticia, por favor.
Yo no le temo al combate,
si hay que pagar un rescate,
llamar a José Vicente,
o hablar con el presidente,
puedo pagarle a la CIA,
o he de llamar a María
cualquier gestión.
Ay, ay, ay, mi pobre gata se me perdió,
aquel que me la devuelva
un regalito le daré yo.
Ñau, ¡ésa mi gata!
ñau, ¡ésa es su voz!
ñau, ¿estoy soñado
o es que mi gata ya regresó?
Mi gata paría en exceso
y la tuve que ligar
y los gatos de la cuadra
me han venido a reclamar.
La otra noche a mi casita
cuatro amigos invité:
fue Montiel y fue Chuchito,
fue Zapata y Rafael,
de acuerdo a las malas lenguas
en mi ausencia algo raró sucedio:
alguien notó que a mi gata,
se la llevaba Zapata
quien fue el autor del castigo
o cómplices mis amigos,
pues, la merluza tan buena
que hice para la cena
se la comió.
Ay, ay, ay, mi pobre gata se me perdió,
que le digan a Zapata
que la devuelva, le pido yo.
Ñau, ¡ésa mi gata!
ñau, ¡oigo su voz!
ñau, ¿estoy soñado
o es que Zapata la devolvió?
Henry Martínez
miércoles, 14 de octubre de 2009
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