No eran hermanos, sin embargo, llegaron casi juntos a casa.
Primero, ella. Como en esa época yo leía con Adrián unas adaptaciones de las historias de los caballeros del rey Arturo, hechas por Graciela Montes, decidió que la gata tenía que llamarse como la reina Ginebra ¡la más bella del mundo!
Cuando llegó muy poquito después el macho, obviamente, tuvo que llamarse Arturo.
Acá están con mi hijo Adrián en 1996.
viernes, 31 de julio de 2009
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qué hermosos!!! si, se parece a mis hijos adrían, en esa carita de asombro, y de picardía a la vez..
ResponderEliminarGinebra es hermosa con esas manchitas.....pero me encantan los mininos grises atigrados, seguro que cuando adopte una hermanita para Eros será del mismo tono que Arturo!!!
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