Este sábado 4 de junio, entre las 16,30 y las 17 se hizo completamente de noche y comenzó a caer una lluvia fina y persistente de ceniza y arena volcánica


Hicimos entrar enseguida a nuestros animales que andaban por afuera

Los resultados son estos:



El que no se la podía perder de ninguna manera era Cervantes!

y se escapa a chusmear cada vez que abrimos la puerta!