miércoles, 6 de mayo de 2009

El gato

Con un lindo salto
Lento y seguro
El gato pasa
Del suelo al muro
Luego cambiando
De opinión
Pasa de nuevo
Del muro al suelo
Y pisa y pasa
Cuidadoso, despacito
Caza y corre, silencioso
Tras un pobre pajarito
Y luego para
Como asombrado
Después se dispara
Salta hacia un lado
Si en una madeja
Queda enroscado
Eriza el pelo
Malhumorado
Un prejuicioso
Es lo que es
Y le gusta mucho
Que le mimen bien
Y cuando a la noche
Llega la fatiga
Toma su baño
Pasando la lengua
Por la barriga


Vinicius de Moraes

Soneto al gato

Un gato vivo es una cosa linda
nada existe con más serenidad
incluso parado todavía camina
las selvas sinuosas de la nostalgia

de haber sido feroz. A su venida
altas corrientes de electricidad
rompen del aire las láminas en ceniza
en una silenciosa tempestad.

Por eso él siempre está riéndose de cada
uno de nosotros, y al morir pierde el terciopelo,
queda torpe, al revés, opaco, torcido

acaba, es un antigato; porque nada
nada se parece más al fin de todo
que un gato muerto

Vinicius de Moraes

Lluvia oblicua


Gato que juegas en la calle,
como si fuera en la cama,
envidio la suerte que es tuya
porque ni suerte se llama.

Buen siervo de las leyes fatales
que rigen a piedras y gestes,
que tienes instintos generales
y sientes sólo lo que sientes.

Eres feliz porque eres así,
todo lo nada que eres, es tuyo,
yo me veo y estoy sin mí,
me conozco y no soy yo.

Fernando Pessoa

El gato


Quiero en mi casa
Una mujer que algo signifique
Un gato pasando entre los libros
Y en cada estación amigos
Que no puedo vivir sin ellos.


Guillaume Apollinaire

A un gato


No son más silenciosos los espejos
ni más furtiva el alba aventurera;
eres, bajo la luna, esa pantera
que nos es dado divisar de lejos.
Por obra indescifrable de un decreto
divino, te buscamos vanamente;
tuya es la soledad, tuyo el secreto.
Tu lomo condesciende a la morosa
caricia de mi mano. Has admitido,
desde esa eternidad que ya es olvido,
el amor de la mano recelosa.
En otro tiempo estás. Eres el dueño
de un ámbito cerrado como un sueño.

Jorge Luis Borges



Bombón duerme entre las patas de su mamá

Además, Kumari...




... las bañaba, las bañaba, las bañaba, las bañaba...