Un gato vivo es una cosa linda
nada existe con más serenidad
incluso parado todavía camina
las selvas sinuosas de la nostalgia
de haber sido feroz. A su venida
altas corrientes de electricidad
rompen del aire las láminas en ceniza
en una silenciosa tempestad.
Por eso él siempre está riéndose de cada
uno de nosotros, y al morir pierde el terciopelo,
queda torpe, al revés, opaco, torcido
acaba, es un antigato; porque nada
nada se parece más al fin de todo
que un gato muerto
Vinicius de Moraes
miércoles, 6 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario