sábado, 7 de enero de 2017

El parto de tu gata

Aunque la naturaleza es perfectamente capaz de hacerse cargo por sí sola de este proceso, te recomendamos que leas este post para informarte sobre todo lo relativo a la gestación y al parto de las gatas. De esta manera, podrás detectar si se están produciendo dificultades que requieran la ayuda de tu veterinario de confianza.

1. Las horas previas al parto de la gata

El proceso de gestación de una gata dura entre 57 y 63 días. De manera que, habitualmente, el parto se produce unas 9 semanas después del encuentro con el macho. Durante la última semana, disminuye la actividad de la gata y ésta comienza a buscar un lugar cálido, tranquilo y solitario donde hacer su nido para dar a luz las crías. Cuando tu gata alcance esta fase del embarazo, notarás en ella cierta inquietud, ya que la distensión abdominal le impide mantener la misma posición durante mucho tiempo.
También puedes detectar que el momento del parto está cerca porque se empiezan a intuir los movimientos de los pequeños gatitos en el vientre de su madre. Las mamas de la gata ya están produciendo leche y su cuerpo se está preparando para inicio del parto, con la relajación de la zona perineal. Aproximadamente 24 horas antes de parir aumenta la inquietud de la gata y comienza a realizar caminatas y maullidos que se intensifican en el momento que comienzan a nacer los gatitos.
En los momentos precedentes al parto, disminuye la temperatura rectal y desaparece el apetito. Tu gata se pondrá en una posición similar a la que toma cuando quiere hacer sus necesidades y entonces, por las contracciones que realiza el útero, nacerá el primer cachorro, que puede salir con o sin placenta. Éstas son de color oscuro y cada gatito tendrá la suya. Si éstas no se rompen solas, la madre se encargará de romperlas con sus dientes, al igual que el cordón umbilical.

2. El nacimiento de los gatitos

El nacimiento del primer gatito puede durar de 30 a 60 minutos y el alumbramiento viene acompañado por fuertes maullidos de la madre. Los intervalos entre cada cría pueden ser desde 5 minutos o de 1 hora. También es habitual que exista una pausa entre el nacimiento de las dos primeras crías y el resto. Este descanso suele ser aprovechado por la madre para lavar cariñosamente a sus dos primeros gatitos. Es conveniente dejar cerca del nido un recipiente con agua y comida, porque algunas gatas necesitan comer y beber para reponer fuerzas durante el parto.
El parto completo, desde el primer al último gatito, puede durar hasta 24 horas. Cuando se acaben las contracciones, tu gata comenzará con el cuidado de las crías y las amamantará. Las placentas pueden salir al final del proceso y es normal que tu gata se las coma para recuperar energía. No conviene que intervengas durante el parto. Las gatas pueden parir por sí solas gracias a su instinto y muchas veces, cuando intentamos ayudarlas, complicamos un proceso natural y maravilloso que la propia naturaleza puede resolver sin nuestra ayuda.