viernes, 9 de septiembre de 2016



En la última parte de su embarazo, una gata preñada puede ingerir el doble de comida de la habitual. Puede ser alimentada varias veces al día y conviene tener a su disposición siempre agua fresca o un cuenco de leche para gatos, ya que este producto constituye una buena fuente de calcio y minerales necesarios para su buena salud. Si la gata no puede digerir esta leche, un veterinario nos aconsejará mejor sobre alternativas que aporten complejos vitamínicos.
No es necesario restringir la actividad física de una gata preñada, aunque sí es cierto que se debe tener mucho más cuidado en las últimas fases del embarazo a la hora de sostenerla y acariciarla. Aproximadamente una semana antes del nacimiento de los gatitos, resulta eficaz eliminar las lombrices de la madre para que esto no vaya a convertirse en una fuente de infecciones, y es conveniente continuar con el tratamiento hasta la primer semana de lactancia.
Una gata preñada, a diferencia de las mujeres, no siente mareos ni tendrá vómitos matutinos ni antojos de comidas extravagantes. Su naturaleza no le permite tales lujos, lo cual no importa, ya que los gatos son criaturas extremadamente saludables. La mayoría de las gatas pasan por un embarazo sin tener mayores complicaciones. De todos modos, es importante informar al veterinario de la fecha aproximada de nacimiento de los gatitos por si ocurriera algún imprevisto.
El período de gestación es de 63 a 69 días a partir del apareamiento. Los gatitos que nacen prematuros, con una semana o más de antelación, no suelen sobrevivir, ya que estos gatitos son tan pequeños que no son capaces de llenar sus pulmones de aire y respirar al nacer.
Fases del parto de una gata:
– Un nerviosismo general en la gata, indica que se acerca el momento de que los gatitos salgan al mundo exterior.
– Cada gatito aparecerá como una protusión en la vagina.
– Los gatitos nacerán en intervalos regulares.
– La madre lamerá a sus crías para incitarlas a respirar.
– Es posible que la madre se coma la placenta.
– Las crías pueden empezar a mamar antes de que el resto de gatitos hayan nacido.
– La mayoría de las camadas están compuestas por cuatro gatitos.
Después del parto, es normal que la gata se siente a limpiar a sus crías mientras éstas se amamantan. Algunas madres pueden permanecer el día entero junto a sus crías.
Cuándo pedir ayuda al veterinario – Posibles complicaciones en el parto de la gata:
– Si notamos que la gata ha estado en tensión durante una hora o más y no ha nacido ningún gatito. En un caso como este, es posible que la primer cría a salir, no se encuentre en la posición correcta y que su cabeza esté ocasionando una obstrucción. En estos casos puede ser inevitable una cesárea, siempre y cuando se haga a tiempo, puede haber un buen pronóstico tanto para los gatitos como para la madre.