Una de las grandes batallas navales de la Segunda Guerra
Mundial tuvo lugar el 24 de mayo de 1941, en el estrecho de Dinamarca (entre
Groenlandia e Islandia). En ella, el colosal acorazado alemán
Bismarck y
el crucero pesado
Prinz Eugen se enfrentaron a los igualmente
impresionantes
HMS Hood y
HMS Prince of
Wales, orgullo de la marina británica (de hecho, el
Hood era
su buque insignia), y a varios destructores que los escoltaban. Como resultado,
el
Hood se hundió alcanzado por los cañonazos del
Bismarcky
el
Prince of Wales resultó seriamente dañado. Los barcos
alemanes se dirigieron entonces hacia la costa francesa, para reparar sus daños
en el puerto de
Saint-Nazaire,
mientras los británicos lanzaban contra ellos a todos los barcos disponibles:
seis acorazados, dos portaaviones, trece cruceros y veintiún destructores
participaron en la cacería que, finalmente, conseguiría hundir al
Bismarck en
mitad del Atlántico, el 27 de mayo.
La mayor parte de la tripulación del acorazado alemán murió en el hundimiento.
De sus 2200 tripulantes, apenas 114 se salvaron, recogidos por los buques
británicos
HMS Dorsetshire (85) y
HMS Maori (24);
los cinco restantes fueron rescatados por un arrastrero y un submarino
alemanes. El destructor británico
HMS Cossack rescató en el
lugar del hundimiento a un peculiar náufrago, aferrado a varios restos
flotantes del acorazado: un gato, casi totalmente negro, salvo por unas manchas
blancas en la cara y el cuello.
La tripulación del
Cossack adoptó al gato como mascota, bautizándolo
como Oscar. No tardó en ganarse el cariño de los marineros, en parte también
porque para los ingleses los gatos negros traen buena suerte... se ve que Oscar
era la excepción. Porque apenas cinco meses después del hundimiento del
Bismarck, el 23 de octubre del 41, el
Cossack se hallaba
actuando como escolta de un convoy identificado con el código HG75 que iba de
Gibraltar al Reino Unido, cuando fue torpedeado por el submarino alemán U-563,
al mando del capitán Klaus Bargsten, a unos 270 kilómetros de Gibraltar.
Un único torpedo impactó en el costado de babor del buque, destruyendo el
puente de mando y partiendo prácticamente por la mitad el buque. Se intentó
remolcar sus restos hasta Gibraltar, pero el mal tiempo provocó que el barco se
hundiera en el Atlántico el 27 de octubre. 159 hombres de su tripulación,
incluyendo a su capitán Edward Lyon Berthon, murieron, pero Oscar pudo ser
puesto a salvo en uno de los botes salvavidas y rescatado, junto al resto de
los supervivientes, por el
HMS Legion.
Como el gato, por aquel entonces ya rebautizado como Sam, ya era a todos los
efectos un miembro de la Marina británica no tardó en hallar un nuevo
"destino" a bordo del portaaviones
HMS Ark Royal (conocido
como "el barco con suerte" porque había sobrevivido a varios ataques
e incluso los alemanes habían creído varias veces que lo habían hundido)...
donde apenas estuvo un par de semanas. Porque el 13 de noviembre, de vuelta de
una misión en Malta para entregar un envío de aviones, el
Ark Royal fue
torpedeado por el U-81 (mandado por el capitán Friedrich Guggenberger),
abriendo un boquete de casi cuarenta metros en el costado de estribor del buque
e inundando sus calderas. Pese a los intentos de remolcarlo hasta Gibraltar,
acabó escorando y hundiéndose al día siguiente, a menos de sesenta kilómetros
de la base británica. Sin embargo, casi toda la tripulación pudo ser evacuada
(sólo un marinero murió como consecuencia del impacto del torpedo), y Sam, al
que se daba por desaparecido, fue rescatado por una lancha que lo encontró
flotando sobre una tabla. "El gato antes conocido como Oscar"
sobrevivía así a su tercer naufragio en menos de seis meses, ganándose el apodo
de
Unsinkable Sam (Sam el insumergible). Los náufragos
del
Ark Royalfueron recogidos por el
HMS Lightning y
(de nuevo) por el
HMS Legion. Extrañamente, la aparente mala
suerte que el gato parecía atraer se extendió a ambos buques, ya que tanto
el
Lightning como el
Legion acabaron siendo
hundidos por los alemanes: el
Lightning fue torpedeado el 12 de
marzo del 43 y el
Legion, bombardeado el 26 de marzo del 42.
Sam acabaría por encontrar un nuevo destino, esta vez en tierra, en la
residencia del gobernador británico de Gibraltar. Después de la guerra,
Sam fue adoptado por un marinero quien se lo llevó con él a las islas
británicas. Sam el insumergible acabó sus días apaciblemente, como mascota de
una residencia para marineros en Belfast (Irlanda del Norte), donde murió en
1955. Existe un retrato suyo en el Museo Marítimo de Greenwich.