lunes, 9 de noviembre de 2015

Bellas, bellas, bellas





Cafés de gatos en el mundo

Ya no alcanza con los bares y restaurantes pet friendly, esos lugares pensados para las personas pero "amigables" para que vayan con sus mascotas. Ahora, directamente, los diseñan por y para los animales: ellos viven allí, disfrutan de las instalaciones, y reciben a los humanos que quieran visitarlos.
Hablamos de los cafés de gatos, una modalidad que nació en Taiwán (China) en la década del 90 como una opción para las personas que aman estos animales, pero no pueden tenerlos porque viven en pequeños departamentos donde no están permitidos, algo muy común en Asia. Luego se reprodujeron en Tokio (Japón), donde se convirtieron en un verdadero éxito: allí hay unos 40 de estos establecimientos. Y ahora son tendencia en Nueva York, Estados Unidos. 
Son lugares donde viven algunos gatos, con todas las comodidades que necesitan. Las personas pueden pagar por su compañía durante un tiempo (desde 30 minutos hasta cinco horas) o pueden ir como a cualquier cafetería: a tomar y a comer algo rico. El "plus" que encuentran es poder interactuar y jugar con estos animales. Para cumplir con las normas sanitarias de la ciudad, la zona donde habitan los felinos está separada físicamente del lugar donde se consumen alimentos.
El primero en llegar a la Gran Manzana fue The Meow Parlour, que fue impulsado por la dueña de la conocida pastelería Macaron Parlour. Allí viven alrededor de 12 animales y se puede disfrutar con ellos de servicios especiales, como una clase de una hora dictada por una consultora de comportamiento felino (por 25 dólares) o una clase de 45 minutos de yoga con gatos (por 20 dólares).
De apertura reciente, Koneko se presenta como el primer café de gatos japonés ubicado en América. Cuenta con veterinarios y guías que ayudan a las personas a socializar con estos animales. Además, el espacio incluye exhibiciones de arte con cuadros, murales y esculturas donde, por supuesto, los gatos son los únicos protagonistas.
Los "cat café" tienen, además, una misión solidaria. Los felinos vivían en refugios y ahora están disponibles para ser adoptados. Después de pasar un rato con ellos, los interesados pueden  llevárselos a sus casas en forma temporaria, por unas horas, o quedárselos de por vida. The Meow Parlour anunció que desde su apertura, en diciembre de 2014, se han adoptado más de 50 gatos. Una forma original de darles un hogar a estos animalitos que, de otra manera, estarían en la calle.