Aunque Melusina aprende, con cada camada a ser más y mejor madre, Kumari siempre se las arregla para ahcerse un lugar en el nido y oficiar de co-madre
Y como éramos pocos, también el papá se asoma a observar a los peques...
Ellos siguen creciendo mimaditos y van a briendo los ojos
Eso sí, basta que los iluminen con el flash para que la mamá corra a lengüetearlos, como si los hubieran ensuciado con la luz!
viernes, 3 de septiembre de 2010
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