domingo, 11 de julio de 2010

Cosas que pasan

Extraña metamorfosis sufrió el gato de mi vecino. Un día amaneció con melena de león. Al otro día, con mirada de león. Un día más, y su mandíbula, sus patas y su barriga eran las de un león. Pero ahí no acaba la historia. Al día siguiente se comió a los hijos de mi vecino. Luego, a la mujer de mi vecino. Y más tarde, a mi vecino. Y así siguió: come que come sin importarle nada. No le importó siquiera que alguien contara su...

Marcial Fernández