miércoles, 14 de octubre de 2009

Para Elisa, tú

Se me ha perdido mi gata,
quiero alguna información.
Me muero de la tristeza,
se me parte el corazón.

Mi gata se llama Elisa,
de pelaje tricolor,
negro, blanco y amarillo
y los ojos de limón,

quienquiera que sepa algo,
yo le pido una noticia, por favor.

Yo no le temo al combate,
si hay que pagar un rescate,
llamar a José Vicente,
o hablar con el presidente,
puedo pagarle a la CIA,
o he de llamar a María
cualquier gestión.

Ay, ay, ay, mi pobre gata se me perdió,
aquel que me la devuelva
un regalito le daré yo.

Ñau, ¡ésa mi gata!
ñau, ¡ésa es su voz!
ñau, ¿estoy soñado
o es que mi gata ya regresó?

Mi gata paría en exceso
y la tuve que ligar
y los gatos de la cuadra
me han venido a reclamar.

La otra noche a mi casita
cuatro amigos invité:
fue Montiel y fue Chuchito,
fue Zapata y Rafael,

de acuerdo a las malas lenguas
en mi ausencia algo raró sucedio:

alguien notó que a mi gata,
se la llevaba Zapata
quien fue el autor del castigo
o cómplices mis amigos,
pues, la merluza tan buena
que hice para la cena
se la comió.

Ay, ay, ay, mi pobre gata se me perdió,
que le digan a Zapata
que la devuelva, le pido yo.

Ñau, ¡ésa mi gata!
ñau, ¡oigo su voz!
ñau, ¿estoy soñado
o es que Zapata la devolvió?

Henry Martínez

Laisa, de Puerto San Julián, una vieja conocida de La Gatósfera

Este hermoso fin de semana, junto al mar


en la hermosa Bahía de Puerto San Julián



fui a visitar a Laisa y sus humanos, que me recibieron en su casa, con mi valija y mis cosas llenas de olor a otros gatos y a mis perros


Aquí está el humano principal de Laisa, seguidor de La Gatósfera: Ioan

Este finde largo anduve de viaje

Este fin de semana lo pasé separada de mis hermosos gatos y mi familia.


Preparé mi valijita azul


hice un viaje laaargo, cruzando la Patagonia desde la cordillera hasta la costa. En Comodoro, seguí por la ruta 3, que hasta llegar a Caleta Olivia va bordeando el mar



y después vuelve a internarse en la estepa. ¿Se ven los dos guanacos, uno echado y el otro, pastando, en medio del arenal que levantaba el viento?


al fin llegué a Puerto San Julián, un lugar mágico a orillas del mar




para encontrarme con la literatura


los amigos



y el mar


A la vuelta, cuando a mis gatos se les pasó el ofendimiento, se empezaron a acercar a mí y a mis cosas.


Cielo 13-10-09


Melusina y Negriño, siempre cariñosos...¡hasta que la siamesa tuvo negritos!...y después de eso, también.