martes, 2 de junio de 2009
Los aristogatos
Esta es Duquesa, madre de tres hermosos gatitos: Marie, Toulouse y Berlioz
Marie
Este es O´Malley, un gato de la calle que enamora a Duquesa
Esta es la familia completa, tal como quedará formada, a lo largo de una historia de aventuras
Gatidad
La gata entra en la sala donde estamos reunidos.
No es de Angora, no es persa
ni de ninguna marca prestigiosa.
Más bien exhibe en su gastada pelambre
toda clase de cruces y bastardías.
Pero tiene conciencia de ser gata.
Por tanto
pasa revista a los presentes,
nos echa en cara un juicio desdeñoso y se larga.
No con la cola entre las patas: erguida
como penacho o estandarte de guerra.
Altivez, gatidad,
ni el menor deseo
de congraciarse con nadie.
Duró medio minuto el escrutinio.
Dice la gata a quien entienda su lengua:
Nunca dejes que nadie te desprecie.
José Emilio Pacheco
No es de Angora, no es persa
ni de ninguna marca prestigiosa.
Más bien exhibe en su gastada pelambre
toda clase de cruces y bastardías.
Pero tiene conciencia de ser gata.
Por tanto
pasa revista a los presentes,
nos echa en cara un juicio desdeñoso y se larga.
No con la cola entre las patas: erguida
como penacho o estandarte de guerra.
Altivez, gatidad,
ni el menor deseo
de congraciarse con nadie.
Duró medio minuto el escrutinio.
Dice la gata a quien entienda su lengua:
Nunca dejes que nadie te desprecie.
José Emilio Pacheco
Etiquetas:
Los gatos en la literatura - poesía
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